viernes, 5 de noviembre de 2010

Viviana Aliaga Valverde


Conductismo

Teoría del aprendizaje social

La teoría del aprendizaje social o TAS es la teoría de que las personas aprenden nuevas conductas a través del refuerzo o castigo, o a través del aprendizaje observacional de los factores sociales de su entorno. Si las personas ven consecuencias deseables y positivas en la conducta observada, es más probable que la imiten, tomen como modelo y adopten.

La teoría del aprendizaje social se deriva del trabajo de Cornell Montgomery (1843-1904), quien propuso que el aprendizaje social tenía lugar a través de cuatro etapas principales: contacto cercano, imitación de los superiores, comprensión de los conceptos, y comportamiento del modelo a seguir.

Julian Rotter se distanció de las teorías basadas en la psicosis y del conductismo, y desarrolló una teoría del aprendizaje basada en la interacción. En Social Learning and Clinical Psychology (1954), Rotter sugiere que el resultado de la conducta tiene un impacto en la motivación de las personas para realizar esa conducta específica. Las personas desean evitar las consecuencias negativas, y obtener las positivas. Si uno espera un resultado positivo de una conducta, o piensa que hay una alta posibilidad de que produzca un resultado positivo, entonces habrá más posibilidades de ejecutar dicha conducta. La conducta se refuerza, con consecuencias positivas, llevando a la persona a repetirla. Esta teoría del aprendizaje social sugiere que la conducta es influenciada por factores o estímulos del entorno, y no únicamente por los psicológicos.
Albert Bandura (1977) expandió la idea de Rotter, al igual que la de un trabajo anterior de Miller y Dollard (1941), y se relaciona con las teorías del aprendizaje social de Vygotsky y Lave. Su teoría incorpora aspectos del aprendizaje cognitivo y conductual. El aprendizaje conductual presupone que el entorno de las personas causa que éstas se comporten de una manera determinada. El aprendizaje cognitivo presupone que los factores psicológicos son importantes influencias en las conductas de las personas. El aprendizaje social sugiere que una combinación de factores del entorno (sociales) y psicológicos influyen en la conducta. La teoría del aprendizaje social señala tres requisitos para que las personas aprendan y modelen su comportamiento: retención (recordar lo que uno ha observado), reproducción (habilidad de reproducir la conducta) y motivación (una buena razón) para querer adoptar esa conducta.
Psicologia de la Gestalt

Kurt Lewin (1890-1947), al igual que otros psicólogos de la Gestalt, emigró desde Alemania a los Estados Unidos, pero su interés era diferente a los de sus colegas en algunos aspectos. Mientras éstos se interesaban en los procesos de la percepción, el aprendizaje y el pensamiento, Lewin estudiaba la motivación, la personalidad y la psicología social.
Lewin quería concentrarse en los deseos y las metas en sí, estudiándolos en relación con la personalidad. Quería un sistema teórico para predecir la conducta motivada de un individuo particular y halló la respuesta en el concepto de espacio vital.
El espacio vital puede definirse como la totalidad de los hechos que determinan la conducta de un individuo dado, en un momento determinado. Se lo representa conceptualmente como un espacio bidimensional en el cual se mueve el individuo.
Este espacio contiene a la persona misma, las metas que busca, las “metas” negativas que trata de evitar, las barreras que restringen sus movimientos y los caminos que debe seguir para obtener lo que quiere.
El espacio vital no se lo debe confundir con el espacio geográfico o físico sino el mundo tal como afecta al individuo. En consecuencia, un objeto que ese individuo ignora o que no influye en él no aparecerá en su espacio vital aunque esté cerca suyo y algo que no está pero que él cree que está allí y lo hace reaccionar como si estuviera, ese algo estará presente.
Por ejemplo: si un niño cree en la existencia de un fantasma, aunque todos los demás insistan en que no es posible, ese fantasma está incluido en su espacio vital.
También el espacio vital puede estar formado por cosas que para la persona son inconscientes.
Por ejemplo: en el caso de un joven que quiere un trabajo en una empresa multinacional y cree tener méritos para ocuparlo; pero que siempre que se presenta la oportunidad de la entrevista de admisión encuentra una excusa para no presentarse
Después que esto le ocurre varias veces, su familia comienza a sospechar que existe algo que le impide buscar un puesto administrativo, quizás la falta de confianza en sí mismo, profundamente arraigada, o sus dudas inconscientes sobre su propia capacidad.
Lewin afirma que en este caso existe una “barrera” en su espacio vital entre él mismo y la meta de un trabajo administrativo. Sin embargo, este joven insiste en que quiere ese puesto y que lo solicitará en cuanto se presente la oportunidad adecuada.
Según lo que esta persona dice no percibe ninguna barrera importante entre él y la meta del puesto administrativo, pero según lo que hace vemos que sí percibe dicha barrera porque actúa como si allí estuviera.
Por lo tanto, si actúa como si existiera la barrera, entonces la barrera está en su espacio vital. Es decir que por la forma en que se comporta una persona podemos saber qué es lo que hay presente en su espacio vital.
Significa que el espacio vital es el ambiente tal como afecta su conducta. Incluye la persona en sí y su ambiente conductual.
En el espacio vital tienen particular importancia las metas que busca la persona, las cosas o situaciones que trata de evitar y las barreras u obstáculos que restringen su movimiento hacia las metas o que lo separan de las mismas.
Lewin represente el espacio vital mediante diagramas bidimensionales.

Interaccionismo simbólico
De acuerdo con Herbert Blumer, que acuña el término interaccionismo simbólico en 1938, sus principales premisas son:
  1. Las personas actúan sobre los objetos de su mundo e interactúan con otras personas a partir de los significados que los objetos y las personas tienen para ellas. Es decir, a partir de los símbolos. El símbolo permite, además, trascender el ámbito del estímulo sensorial y de lo inmediato, ampliar la percepción del entorno, incrementar la capacidad de resolución de problemas y facilitar la imaginación y la fantasía.
  2. Los significados son producto de la interacción social, principalmente la comunicación, que se convierte en esencial, tanto en la constitución del individuo como en (y debido a) la producción social de sentido. El signo es el objeto material que desencadena el significado, y el significado, el indicador social que interviene en la construcción de la conducta.
  3. Las personas seleccionan, organizan, reproducen y transforman los significados en los procesos interpretativos en función de sus expectativas y propósitos.
Otras premisas importantes son: que la distinción entre conducta interna y externa presupone que el individuo se constituye en la interacción social (formación del yo social autoconsciente), y que no es posible entender el yo sin el otro ni a la inversa, y que los grupos y la sociedad se constituyen sobre la base de las interacciones simbólicas de los individuos al tiempo que las hacen posibles.
En conclusión, el interaccionismo simbólico, partiendo de un método de estudio participante, capaz de dar cuenta del sujeto, concibe lo social como el marco de la interacción simbólica de individuos, y concibe la comunicación como el proceso social por antonomasia, a través del cual, se constituyen simultánea y coordinadamente, los grupos y los individuos.

Escuela Francesa
Cuando Serge Moscovici acuña el concepto de representación social en su hoy reconocida tesis doctoral de 1961, El psicoanálisis: su imagen y su público, lo hace a partir de una idea de Émile Durkheim, considerado por muchos el padre de la sociología. Durkheim señaló desde finales del siglo XIX la existencia de representaciones colectivas e individuales y explicó, además, las diferencias fundamentales entre ambas. Para él lo colectivo no podía diluirse en lo individual al contar con una dinámica propia.
En su teoría de las dos conciencias Durkheim presupone que los grupos elaboran y comparten de manera involuntaria modelos o representaciones, que asimilan y reproducen a partir de los comportamientos de sus respectivos miembros. Una vez conformada, la representación colectiva actúa constriñendo el desenvolvimiento de los sujetos como una fuerza externa, es decir, como una estructura omnipotente y omnipresente que se coloca por encima de las personas aun en contra de su voluntad.
Apertrechado de un bagaje que incluye no solo a Durkheim sino también al interaccionismo simbólico defendido por George Mead y Herbert Blummer, a la psicología ingenua o del sentido común de Heider y a la psicología evolutiva de Jean Piaget, Moscovici va a ofrecer una visión de representación dinámica, enfocada hacia la práctica social.
La representación de Moscovici es un proceso en el cual los individuos juegan un papel activo y creador de sentido. Para este autor, las representaciones se originan o emergen en la dialéctica que se establece entre las interacciones cotidianas de los sujetos, su universo de experiencias previas y las condiciones del entorno y “sirven para orientarse en el contexto social y material, para dominarlo.” (Moscovici, 1979: 18).
La representación constituye un tejido conectivo entre comportamientos y cogniciones, entre sujeto y objeto, que surge en medio de esa articulación y, a su vez, la facilita.
Está claro que, frente a la argumentación un tanto positivista de Durkheim sobre los modos en que actúan las representaciones colectivas, Moscovici aporta una idea mucho más acabada, al ubicar al sujeto como productor de significados en el espacio de relaciones cotidianas en el cual se desenvuelve. Ahora bien, el hecho de haber cambiado el término de representaciones colectivas a representaciones sociales no obedece solo a razones de originalidad epistemológica.
La psicología social crítica

Después de completar estudios de posgrado en psicología social experimental, Gergen tuvo un gran impacto en este campo con su artículo 1973, "Psicología Social como Historia". En el artículo, sostiene que las leyes y principios de la interacción social son variables con el tiempo, y que el conocimiento científico generado por los psicólogos sociales realmente influye en los fenómenos que tiene por objeto, es decir, describir de forma pasiva. El artículo resultó polémico, recibiendo tanto críticas como el apoyo de varios psicólogos sociales.
El trabajo de Gergen está asociado con el construccionismo social. Él ha estado especialmente preocupado por fomentar "una relacional" vista del mismo…Donde el “tradicional énfasis sobre la mente individual se sustituye por una preocupación por los procesos de relación de la que emerge la racionalidad y la moralidad." También es conocido por su comentario "Estoy ligado por lo tanto yo soy" como una respuesta a la posición de Descartes "pienso, luego existo". Otros intereses sobre sus diversos trabajos son: el análisis de los efectos de la tecnología en la vida social, examinando las conexiones entre la construcción social y la teología, y la promoción de un modelo más optimista del envejecimiento.

El construccionismo
Construccionismo social o socioconstruccionismo es una teoría sociológica y psicológica del conocimiento, que considera cómo los fenómenos sociales se desarrollan particularmente de contextos sociales. Dentro de pensamiento del construccionismo, una construcción social es un concepto o una práctica que pueden aparecer naturales y obvios a los que la acepten, pero en realidad es una invención o artefacto de una cultura o de una sociedad particular. Las construcciones sociales se entienden generalmente para ser los subproductos (a menudo involuntarios o inconscientes) de opciones humanas incontables algo que leyes resultando de voluntad. Esto no se toma generalmente para implicar un antirradical determinismo, sin embargo. El construccionismo social se opone generalmente al esencialismo, que define fenómenos específicos en lugar de otros términos transhistóricos independientes de las esencias de los seres conscientes que determinan la estructura categórica de la realidad.
Un foco importante del construccionismo social es destapar las maneras en las cuales los individuos y los grupos participan en la creación de su percepción social de la realidad. Implica mirar las maneras como son creados, institucionalizados los fenómenos sociales, y hecho en tradiciones por los seres humanos. La realidad social construida se considera como en curso, proceso dinámico; la realidad es reproducida por la gente que actúa en sus interpretaciones y su conocimiento.

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