jueves, 18 de noviembre de 2010

COMENTARIO DE COGNICIÓN SOCIAL

Estructuras y Procesos de la Cognición Social

La psicología social ha ido investigando las estructuras y procesos mediante los cuales los sujetos conocen el mundo social asociado a los procesos cognitivos. La cognición social estudia las fases de procesos cognitivos tales como la atención y la codificación, el almacenamiento y la recuperación, así como las estructuras de la representación y la memoria como esquemas y prototipos.

La cognición social vino a finales de los años 1960 y los principios de los años 1970, y actualmente es el modelo y enfoque dominante en la psicología social establecida. Es muy probable que la psicología social siempre fuera mucha más cognitiva que la psicología establecida, porque tradicionalmente discutió los estados mentales internos como las creencias y deseos cuando la psicología establecida fue dominada por el conductismo y los rechazó como ilusorios. Un paradigma paralelo ha ascendido en el estudio de la cognición motriz. La cognición motriz es preocupada con la comprensión de la representación de las acciones y las intenciones y los procesos asociados.

El estudio del ser humano como procesador de información fue recuperado por la psicología cognitiva. Frente al paradigma conductista, que centraba su interés en examinar los componentes físicos de la conducta (de los estímulos en tanto que energías físicas y de las respuestas en tanto que movimientos musculares), con la revolución cognitiva que se produjo a mediados del siglo XX, la psicología redescubrió la mente. La psicología volvió a interesarse por el conocimiento, la conciencia y lo que sucede entre la presentación del estímulo y la emisión de la respuesta, si bien es cierto que este interés nunca fue del todo interrumpido, sobre todo en Europa, gracias a autores como Piaget, Vygotsky y otros.

El interés principal del enfoque cognitivo se centra en describir y analizar varios procesos: la percepción, la atención, la comprensión, el pensamiento, la representación del conocimiento, la memoria, la resolución de problemas, entre otros, a partir de la concepción del procesamiento humano de la información que constituye actualmente la corriente central del pensamiento, tanto en psicología social como en educación. El énfasis se ubica en el estudio de los procesos mentales y en el examen de las estructuras de conocimiento que pueden deducirse a partir de las diferentes y variadas formas del comportamiento humano. Para la psicología cognitiva la acción del sujeto está determinada por sus representaciones.

Retomando el término percepción, puede afirmarse que esta constituye la base de otros procesos psicológicos importantes, como la memorización y el pensamiento. Se sitúa en el centro del proceso de observación que, a su vez, constituye un componente elemental en el desarrollo de otras formas del conocimiento científico más complejas y de utilización frecuente.

Se ha investigado que la naturaleza de la información guardada influye en el proceso de recuperación de la nueva información. Y su calidad es un ejemplo de la limitación de los datos en la memoria. A su vez, es oportuno considerar factores como la fatiga, la tensión, la tendencia a equivocarse, el tiempo de aprendizaje, etc., que influyen en la calidad de la información que se procesa.

Desde el punto de vista del "procesamiento de la información", los seres humanos son procesadores de capacidad limitada. Esta limitación nos obliga a codificar la información en unidades manejables, a descomponerla en bloques significativos, que implica un agrupamiento en función, tanto de los objetivos del procesamiento (comprender, memorizar, interpretar, etc.) como de los esquemas propios de conocimiento previos. Todo ello es cierto. Sin embargo, los detractores de la utilización de la metáfora computacional para comparar las operaciones mentales con las informáticas, al indagar cómo se codifica la información, cómo se transforma, almacena, recupera y se transmite al exterior, como si el ser humano estuviera diseñado de modo semejante a una computadora, refieren que, aunque ha resultado muy fructífero para sugerir modelos explicativos del pensamiento humano y la resolución de problemas en situaciones muy definidas, también se ha demostrado que es difícil establecer modelos más generales del funcionamiento de la mente humana mediante los mencionados modelos informáticos.

La información es dinámica y por ello, en cualquier realidad informacional, todo está relacionado con todo y todo puede observarse de forma distinta, desde diferentes perspectivas, aunque se trate de una misma realidad. De ahí, la importancia de la interdisciplinariedad y la complementación de enfoques. Cualquier enfoque acerca de la realidad, por sí solo, es una reducción de ella.

La información, en sus niveles superiores (esto es la conciencia), es la única cualidad, presente en toda la naturaleza, que hace al ser humano superior esencialmente a todas las demás criaturas y artefactos existentes o por desarrollar en el universo.

El salto cualitativo que representa el hecho de que una realidad informacional pueda percibirse a sí misma es tan elevado que, hoy por hoy, no hay realidad en el universo conocido distinta al ser humano que pueda operar con información de este nivel.

La facultad del hombre para "poner atención" a cierta parte de la información que se recibe y desechar el resto, se ubica en este nivel, porque sólo es propia del ser humano. Continuamente se recibe información por medio los cinco sentidos, y sin embargo sólo se está consciente de una pequeña parte de esta, esto es, disponemos de un mecanismo de filtraje que sólo permite el paso de cierta información relacionada con cambios abruptos del medio externo: por ejemplo un ruido súbito o un cambio de temperatura. En general, este mecanismo puede desactivarse a voluntad y atender a ciertos olores, sabores, imágenes, temperatura, presión, etc.

Por otra parte se sabe que la memoria en apariencia “individual” depende ampliamente del entorno social: “Los trabajos sobre la memoria colectiva de Maurice Halbwachs (1968), destacan que se trata de una reconstrucción colectiva a partir de elementos del pasado, ya sean productos de costumbres de una corriente de pensamiento o de una cultura.” (Charrier, P. 1999). Esto significa que la memoria es una construcción social en la medida en que el individuo necesita enmarcarse en un contexto social para recordar.

Además la memoria toma prestadas la lengua y las tradiciones propias a una sociedad dada; incluso en su diálogo interior, el individuo rememora situaciones vividas o emociones pasadas por medio de la palabra. También la memoria es social porque ella se localiza en un tiempo y un espacio dados, porque se imprime en objetos específicos (una calle, una casa familiar, un monumento histórico, una obra de arte etc.). Los libros y los documentos escritos (como las obras culturales) son soportes privilegiados de esta memoria social.

Mientras en las sociedades orales la memoria colectiva aparece como relativamente inestable, modificándose o adaptándose de acuerdo con las limitaciones del presente, en las sociedades escritas se introdujo una cristalización de la memoria social a través de los textos sagrados o históricos. Posteriormente la invención de la imprenta posibilitó una democratización de la difusión de los relatos históricos.


Atte. Roberto Esprella Rojas

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